Científicos logran “apagar la conciencia” por estimulación eléctrica dirigida
Encuentran el “interruptor” del cerebro
Por primera vez en la historia de la
humanidad, los científicos han logrado apagar la conciencia gracias a la
estimulación eléctrica de un área específica del cerebro. Desde hace
más de 100 años, los científicos han estado investigando distintas áreas
del cerebro humano con la finalidad de encontrar el “interruptor”
encendido-apagado que pone temporalmente fuera de servicio la
conciencia. Nunca habían logrado “apagar” la conciencia, hasta ahora.
Aunque sólo ha sido probado en una persona, el descubrimiento sugiere que en una sola área del cerebro
(el claustro o los ganglios basales), es donde se lleva a cabo la
combinación de distintas actividades cerebrales como los pensamientos,
sensaciones y emociones, lo que se puede llamar “conciencia”. Esto nos
llevaría a determinar donde surge la conciencia como tal.
Koubeissi concluye que el claustro cerebral desempeña un papel fundamental en el desencadenamiento de la experiencia consciente.
Abundan teorías al respecto, pero la
mayoría coinciden en que la conciencia implica interconectividad de
varias redes cerebrales, lo que nos permite percibir lo que nos rodea
como una experiencia unificadora, más allá de las percepciones
sensoriales aisladas.
Uno de los defensores de esta idea fue Francis Crick,
pionero neurólogo que en los principios de su carrera descubrió la
estructura de ADN (1953), junto a James D. Watson. Apenas unos días
antes de su muerte, Crick trabajaba en un documento que sugería que
nuestra conciencia necesitaba de una especie de “director de orquesta”
para realizar la combinación adecuada de percepciones externas e
internas.
Junto a su colega Christof Koch,
del Allen Institute for Brain Science en Seattle, plantearon la
hipótesis de que el “director de orquesta” tendría que integrar
rápidamente la información a través de las distintas regiones del
cerebro y unir información que llega en distintos momentos. Por ejemplo,
la información sobre el olor y color de una rosa, su nombre y el
recuerdo de su relevancia, lo que en conjunto genera la experiencia
consciente de comprar una y regalarla el Día del Amor y la Amistad.
Describen cómo hicieron para cambiar la conciencia de una mujer de vez en cuando mediante la estimulación de su claustro cerebral.
La pareja de investigadores sugieren que
el “claustro cerebral”- estructura delgada en forma de hoja, que se
encuentra oculta en el interior del cerebro- se adapta perfectamente a
este trabajo.
Ahora bien, en un estudio publicado la semana pasada, Mohamad Koubeissi
de la Universidad George Washington, en Washington DC, y sus colegas,
describen cómo hicieron para cambiar la conciencia de una mujer de vez
en cuando mediante la estimulación de su claustro cerebral.
Como la mujer sufría de epilepsia, se le
instalaron electrodos cerebrales para grabar diferentes señales y
averiguar donde se originaban sus ataques. Un electrodo se colocó al
lado del claustro cerebral, en un área que nunca había recibido
estimulación eléctrica.
Cuando Kuobeissi estimuló la zona del
claustro cerebral con impulsos eléctricos de alta frecuencia, la mujer
perdió el conocimiento; dejó de leer y se quedó mirando fijamente hacia
el espacio, dejó de responder a órdenes auditivas o visuales, y su
respiración se hizo cada vez más lenta. Tan pronto se detuvo la
estimulación, la mujer recobró el conocimiento sin recordar nada de lo
ocurrido. Esto sucedió en repetidas ocasiones durante los días que duró
el experimento.
Cono no hubo ninguna señal de actividad
cerebral epiléptica durante o después de la estimulación, los
científicos están seguros de que esta perdida de conciencia no es un
efecto secundario del padecimiento de la mujer.
Así, Koubeissi concluye que el claustro
cerebral desempeña un papel fundamental en el desencadenamiento de la
experiencia consciente. El científico compara este mecanismo con el de
un automóvil: “Un auto tiene muchas partes que facilitan su movimiento-
el motor, la transmisión y la gasolina, por ejemplo- pero existe un
dispositivo que hace la diferencia, cuando giramos la llave y hacemos
funcionar todo el sistema”, así entonces, explica Koubeissi, la
conciencia también funciona gracias a la interconectividad de varias
redes cerebrales, la clave es encontrar la llave que las haga arrancar
todas juntas.
A partir de estos experimentos, el equipo de Koubeissi planea hacer más análisis en personas con distintos tipos de actividad cerebral, no sólo epilépticos.
Y es que para científicos como Anil Seth
de la Universidad de Sussex, Reino Unido, la interpretación de este caso
único (el de la mujer con epilepsia) debería ser más cautelosa, pues a
la mujer se le retiró parte de su hipocampo, esto para tratar su
epilepsia, por lo que no representa un cerebro “normal”.
El claustro se perfila para ser nombrado
el “interruptor” encendido-apagado del cerebro, las implicaciones de
este descubrimiento podrían ser infinitas, muchos creen que positivas
¿ustedes que opinan?
Fuente: SDP Noticias, con información de Newscientis
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