Un grupo de científicos de la empresa biotecnológica israelí BioGroup, junto a personal técnico del Instituto Tejnión de Haifa, consiguieron hacer crecer un hueso humano en el laboratorio a partir de células madre estromales.
Se trata de un logro importantísimo que allana el camino para reparar o incluso reemplazar huesos rotos a partir de «repuestos» cultivados in vitro completamente desde cero a partir de células del propio paciente.
Los investigadores realizaron su trabajo a partir de células madre extraídas de tejido graso del paciente, y la velocidad de crecimiento del nuevo hueso es de entre una y dos pulgadas (2,54 a 5,08 centímetros) cada 30 días.
Los científicos esperan realizar los primeros ensayos en pacientes humanos antes de que finalice el año, y el profesor Avinoam Kadouri, jefe de la junta de asesores científico de BioGroup, expresó su satisfacción con el logro obtenido.
«Existe una gran necesidad de huesos artificiales para tratar lesiones traumáticas. Nuestro proceso permite utilizar estructuras tridimensionales elaboradas con un gel para fabricar hueso nuevo con la forma y tamaño adecuados, cultivados fuera del cuerpo del paciente, para ser trasplantados en el momento correcto», explicú Kadouri.
Este trabajo permitirá reparar huesos rotos o incluso reemplazarlos por otros nuevos.
Las células madre estromales son células multipotentes primitivas también conocidas como «mesenquimales» que se obtienen de diferentes tejidos del cuerpo, entre ellos los adipocitos (células grasas). En este trabajo se obtuvieron de la grasa del paciente mediante liposucción.
«Mediante la exploración de la zona del hueso dañado se determina la forma para que el implante encaje perfectamente, fusionándose con el tejido circundante. No existen problemas de rechazo, ya que las células proceden del propio cuerpo del paciente», agregó Kadouri.
El nuevo hueso se cultiva dentro de una máquina automatizada llamada biorreactor, que proporciona las condiciones adecuadas para que las células se desarrollen creando hueso nuevo. Este proceso ya utilizó con éxito para generar y reemplazar huesos de animales, comprobándose que la nueva estructura se fusiona exitosamente en el organismo del huésped.
Kaduri también expresó que están estudiando la forma de hacer crecer el cartílago blando que cubre el extremos de los huesos, necesario para hacer crecer huesos completos en un laboratorio.
Solamente en Reino Unido se realizan unas 250 mil operaciones relacionadas con injertos óseos cada año, lo que da una idea de la importancia que tiene este trabajo israelí.
Se trata de un logro importantísimo que allana el camino para reparar o incluso reemplazar huesos rotos a partir de «repuestos» cultivados in vitro completamente desde cero a partir de células del propio paciente.
Los investigadores realizaron su trabajo a partir de células madre extraídas de tejido graso del paciente, y la velocidad de crecimiento del nuevo hueso es de entre una y dos pulgadas (2,54 a 5,08 centímetros) cada 30 días.
Los científicos esperan realizar los primeros ensayos en pacientes humanos antes de que finalice el año, y el profesor Avinoam Kadouri, jefe de la junta de asesores científico de BioGroup, expresó su satisfacción con el logro obtenido.
«Existe una gran necesidad de huesos artificiales para tratar lesiones traumáticas. Nuestro proceso permite utilizar estructuras tridimensionales elaboradas con un gel para fabricar hueso nuevo con la forma y tamaño adecuados, cultivados fuera del cuerpo del paciente, para ser trasplantados en el momento correcto», explicú Kadouri.
Este trabajo permitirá reparar huesos rotos o incluso reemplazarlos por otros nuevos.
Las células madre estromales son células multipotentes primitivas también conocidas como «mesenquimales» que se obtienen de diferentes tejidos del cuerpo, entre ellos los adipocitos (células grasas). En este trabajo se obtuvieron de la grasa del paciente mediante liposucción.
«Mediante la exploración de la zona del hueso dañado se determina la forma para que el implante encaje perfectamente, fusionándose con el tejido circundante. No existen problemas de rechazo, ya que las células proceden del propio cuerpo del paciente», agregó Kadouri.
El nuevo hueso se cultiva dentro de una máquina automatizada llamada biorreactor, que proporciona las condiciones adecuadas para que las células se desarrollen creando hueso nuevo. Este proceso ya utilizó con éxito para generar y reemplazar huesos de animales, comprobándose que la nueva estructura se fusiona exitosamente en el organismo del huésped.
Kaduri también expresó que están estudiando la forma de hacer crecer el cartílago blando que cubre el extremos de los huesos, necesario para hacer crecer huesos completos en un laboratorio.
Solamente en Reino Unido se realizan unas 250 mil operaciones relacionadas con injertos óseos cada año, lo que da una idea de la importancia que tiene este trabajo israelí.
COPIADO DE www.AcontecerCristiano.Net
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